Por Eric Halvorson, gerente sénior de tecnología y marketing – automatización y control, y experto en robótica industrial para DigiKey.
Aunque los robots llevan en las fábricas desde la década de 1960, sus funciones y capacidades han evolucionado considerablemente a lo largo de los años. Los primeros robots se encargaban principalmente de tareas como mover objetos.
Actualmente, los robots, especialmente los robots colaborativos conocidos como cobots, trabajan junto a los humanos. Son capaces de realizar tareas complejas y están diseñadas para operar muy cerca de trabajadores humanos. Esta colaboración mejora la eficiencia, la seguridad y la productividad en el lugar de trabajo, creando un entorno de fabricación más integrado y eficaz.
Desde que se introdujeron los robots, ha habido escepticismo sobre su papel. Del mismo modo, durante la Revolución Industrial existía el temor de que las máquinas le quitaran el trabajo a la gente. Aunque la Revolución Industrial reconfiguró profundamente la mano de obra, desplazando a muchos trabajadores de las explotaciones agrícolas a funciones industriales y manufactureras, no eliminó la necesidad de mano de obra.
Ahora estamos experimentando otro cambio en las funciones y responsabilidades, esta vez con cobots que trabajan junto a los humanos. A pesar de los temores de la gente, estamos viendo cómo los cobots apoyan el trabajo de los humanos y abren puertas, no quitan puestos de trabajo. Los cobots actuales pueden realizar tareas menores, lo que permite a un trabajador de fábrica ocupar puestos más complicados, que requieren habilidades para resolver problemas y que, en general, son de mayor calidad. Estos empleos suelen ser más gratificantes y estar mejor remunerados.
Crecimiento continuado del mercado de la robótica
Durante la pandemia de COVID-19, los robots desempeñaron un papel importante. Cuando los trabajadores no podían estar in situ, los robots mantenían las líneas de producción y realizaban tareas fundamentales para mantener operativas las empresas esenciales. Las ventas de robots aumentaron significativamente y la gente aprendió a utilizar mejor la robótica en las fábricas.
Aunque los trabajadores han vuelto a las fábricas, los cobots actuales trabajan junto a ellos. Cada vez menos personas buscan trabajo en fábricas, sobre todo empleos poco cualificados y mal pagados, lo que crea oportunidades de colaboración. La industria manufacturera mundial es muy competitiva, y nos enfrentamos a escasez de mano de obra, aumento de la competencia y fuerte demanda de los consumidores. Para ayudar a resolver estos retos, cada vez más fabricantes europeos y norteamericanos han incorporado robots a sus fábricas. Esto también ha dado a estos fabricantes una ventaja competitiva. Los robots permiten a las fábricas alcanzar un alto nivel de coherencia. En una fábrica, pueden garantizar que una botella se llena según las especificaciones exactas, los tapones se sellan de forma consistente y las etiquetas se alinean perfectamente con precisión cada vez. La automatización de la programación elimina casi por completo la preocupación por los errores humanos que afectan a la coherencia o la calidad.
Además, los robots no requieren muchas de las inversiones que los trabajadores humanos. Por ejemplo, los robots no necesitan dormir, no tienen baja por enfermedad ni prestaciones, y no están agotados al final de un turno de 12 horas. Todos estos factores influyen en la eficiencia global que encontramos en los robots.
Los robots pueden allanar el terreno de juego en las fábricas y, al mismo tiempo, crear puestos de trabajo de mayor calidad para los trabajadores, contribuyendo al crecimiento continuo del mercado.
La versatilidad de los cobots y robots
Estamos empezando a ver cómo muchas industrias utilizan la robótica, desde la electrónica de consumo a la farmacia, pasando por el transporte y la logística. También me entusiasma el potencial de la hostelería. En la actualidad, los cobots se encargan de todo, desde voltear hamburguesas en restaurantes de comida rápida hasta tomar pedidos y entregar comida en establecimientos de comida a domicilio o realizar tareas de limpieza en hoteles. Los casos de uso seguirán ampliándose a medida que los cobots se generalicen.
Parte de la razón por la que los robots pueden servir de apoyo a tantas industrias es su adaptabilidad. Existen infinitas formas de configurar un robot para que realice cualquier tarea, con solo cambiar las herramientas conectadas al extremo del brazo robótico (EOAT). Un robot puede recoger paquetes, manipular fruta delicada o entregar comida en una bandeja, todo ello realizando ajustes relativamente sencillos. Además, los robots pueden reprogramarse una y otra vez para seguir respondiendo a la demanda.
